Todos conocemos algún diamante
En bruto y por pulir
Que nunca quiso brillar
Y se apagó
En su propia luz.
Quizás no supieron dar forma
A una piedra tan blanda,
A una cara tan dura,
Por miedo a que se rompieran
Joyero y joya.
Y lo guardaron en el cajón
De las cosas frágiles,
Donde se esconden
Las piedras preciosas
Y los fallos precisos.
Quizás porque su anillo,
Redondo y perfecto,
Aunque vacío por dentro,
Cabía en cualquier dedo,
Y se casaba con cualquiera,
Todos tenemos algo pendiente
Un libro, una canción,
Una ciudad, una cita,
Un sueño, una vida.
Escucha el libro, lee la canción,
Conoce la ciudad, pasea a tu cita,
Vive el sueño y ten una vida.
Porque si te dejas la vida pendiente
Será cuesta abajo y con dudas,
Y no habrá joyero que pula tus miedos,
Ni dé forma a nuestros sueños.
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