Un tipo que se cree mejor que yo ha leído en voz alta un par de poemas que huelen a simulacro de poeta frustrado. La sala medio vacía aplaude en silencio mientras el talento inexistente baja del escenario. La rubia de mi izquierda me mira, besa a su novio y otra vez el olor a derrota vuelve a escena. La puerta del baño me recuerda que voy y vuelvo y las miradas me chivan que molesto cada vez que pido paso. Descanso mi cabeza en la pared mientras meo y pienso en poemas malos y en mi propia muerte. Los rollos de papel tienen caritas pintadas que sonríen al verme vomitar. Sentado en la taza del váter escribo un poema en un rollo aún virgen del ataque de escritores, violadores y bolígrafos de tinta negra. Los cigarrillos húmedos se consumen en el suelo del lavabo. Mi última novia me dejó hace ya unos meses. Según ella, tenía otros gatos que follarse.
Puedes seguirme en Facebook.
2 Comentarios Agrega el tuyo