la noche en la que me abandonó
y le grité
hasta quedarme afónico:
«muy bien,
vete,
pero llévate tus cosas
que no las quiero para nada.
coge una caja
y llénala con tus complejos
y tus miedos
y tus rabietas
y no te olvides
de todas y cada una de tus sospechas
y de todas y cada una de tus cagadas.
y haz un hueco para tus idas y venidas de camas y casas y cocinas
y coloca en el centro tus celos
y haz un sitio especial a tu maldito tiempo
y cuando quieras
vienes
y te la llevas».
entonces,
en silencio,
me miró,
y cuando quise darme cuenta
había estado gritándole
a mi propio espejo.
Puedes seguirme en Facebook.
En Instagram.
Y Twitter.
Fotografía de Silence Effects
Un comentario Agrega el tuyo