Una mirada tan dulce
que contamina el aire
de todo
menos de mí,
y mientras,
mi sabor amargo se pone celoso de tus labios
y tus ojos suaves me miran
así,
directo al alma,
para que el tiempo se pare
y mi cabeza acelere
y se pregunte
por qué cojones tuve que tardar tanto en disfrutar de, por y para ti
y las horas que he pasado en otras miradas perdidas
se vuelven pedazos que caen en picado
y tocan fondo,
justo a mi lado,
porque si me encierro en ti,
la cárcel es todo lo demás.
Impresionante!!!
Me quedo con este fragmento:
…por qué cojones tuve que tardar tanto en disfrutar de, por y para ti.
Si esta la posibilidad, ¿por qué no aprovecharla? El tren pasa solo una vez.
Saludos.
Me gustaMe gusta